Morena, indígena y no tan buena bailarina, la artista de Oaxaca dio lecciones de otra clase de música, en la que convive lo moderno con los sones ancestrales de su sangre. La excusa fue el material de Ojo de culebra, pero hubo pie para más.
La primera visita de Lila Downs a Buenos Aires podrá quedar en el anecdotario como la contrapartida del nuevo desembarco de Madonna. En el noroeste de la ciudad, la Diva del Pop: rubia, caucásica y atlética. En el este, la Antidiva de la canción popular mexicana: morena, indígena y no tan buena bailarina. Pero lo de Lila Downs en el Gran Rex no deberá quedar sólo en el anecdotario: su show presentación de Ojo de culebra (más la obligada lista de highlights de su carrera) fue una lnhi, según definiría un zapoteca. El recurso a la lengua mesoamericana –que más allá de ser hablada por 800 mil nativos de Oaxaca, entre ellos Lila, está menguando– no sólo sirve para decir fiesta sin caer en el lugar común. También es útil como anclaje de una hermosa imposibilidad: la de esta antidiva por separarse de su origen sanguíneo, geográfico, cultural e histórico. Es que el arte de esta sirena morena es el tola’ale (canto) del yetzi (pueblo) zapoteca...
"un festival denominado El Mapa de Todos, en el que también se presentaron artistas de Perú, Chile, Uruguay, Argentina, España y Portugal, además de varios locales. Todo con la consigna de que, de una vez por todas, el idioma deje de ser una traba entre las culturas de Iberoamérica, como insistió una y otra vez Fernando Rosa, productor del encuentro junto a los argentinos de Scatter Records. Siempre con la saludable intención de estrechar lazos, también hubo debates, lanzamientos de libros, talleres, clínicas, puestos de discos independientes de todos los países y exhibición de cortometrajes y videos."
"“Si Soda Stereo, Charly García, Fito Páez, Babasónicos, Aterciopelados, Andrés Calamaro y Lucybell son apenas nombres extraños, no se asuste. Ciertamente usted no es el único que ignora algunos pequeños fenómenos del pop rock cantado en español que hace más de una década llenan estadios por América latina. Lo que une a todos esos nombres, figuras del mainstream hispano, es su semianonimato en Brasil”: la nota de la Rolling Stone brasileña resume en su párrafo inicial la situación de la mayoría de los artistas latinos en ese país. Allí también se destaca que las únicas excepciones son “el pop fácil de Shakira, Enrique Iglesias, Alejandro Sanz, Ricky Martin y semejantes”. Justamente aquello que Rosa eligió contraponer con este festival, para el que acuñó el lema “Lejos de Miami”."